sábado, 13 de marzo de 2010

La nieta más feliz del mundo.

Acabo de cerrar la puerta, se acaban de ir mis abuelos.

Hacía mucho tiempo que no venían a pasar la noche a mi casa. Mi mamá está de viaje y para que no me sienta solita todo el fin de semana, estos dos corazones con patas han decidido pasar la noche del viernes al sábado conmigo.


Ellos vivían en Lugo, pero hace 5 ó 6 años (mi abuelo dice que son 10, que se acuerda perfectamente, pero no) decidieron venirse a vivir a Coruña. Y es de las mejores decisiones que han tomado en su vida, lo saben perfectamente.
Antes venían cada dos meses y se quedaban unos días en casa, en el estudio, en el sofá-cama más cómodo del mundo.

Siempre recordaré los días que mi abuela me despertaba para ir al colegio y yo me levantaba de la cama pero para irme a la de mi abuelo, que me contaba historias de cuando era marinero y cazaba ballenas (cuando era legal). Me contaba las mismas, porque yo se lo pedía. Mi abuela preparaba el desayuno y me intentaba levantar por segunda vez, con su frase: "ante pereza, diligencia". Me ponía nerviosa esa frase y ahora hasta la echo de menos.

Cuando conseguía levantarme de la cama, después de desayunar y vestirme viendo los dibujos, me sentaba en una silla y mi avá me hacía el peinado que le pidiese "hazme la trenza de ayer, abu" y me la hacía. Y yo iba al colegio sintiéndome una princesa. En chándal, por supuesto, pero una princesa.


Ahora que viven aquí ya nunca vienen a dormir a casa y yo tampoco voy a dormir a la suya casi nunca.
Pero comemos juntos casi todos los días y somos una familia de 4.

Viven mis estudios conmigo (mi abuela reza por mí y a mí esas cosas me hacen ilusión, porque ella me lo dice muy emocionada), saben cuándo estoy triste y cuándo estoy contenta. Siempre saben cómo animarme.

Mi abuelo, que es el que cocina, lo pasa muy mal cuando algún día bromeo diciendo que no quiero comer pescado, "é o que me mandan, miña reina, se fose por min..." (es lo que me mandan, mi reina, si fuese por mí...) y yo le contesto que "o único peixe que me gusta é o que me preparas ti, avó. Pero frite as patacas, non lle fagas caso a avá" (el único pescado que me gusta es el que me preparas tú, abuelo. Pero fríe las patatas, no le hagas caso a avá).


Si tengo lorzas es por culpa de sus fantásticas croquetas, que aunque todo el mundo diga que son mejores las de su abuelo/madre/loquesea... las del mío son mejores. Y de todos sus platos y sus postres, malditas rosquillas.


Son muy especiales para mí, cuando era más pequeñita me entendía menos con mi abuelo, porque siempre ha sido muy reservado y muy poco cariñoso, hasta que me conoció a mí, que le enseñé a dar abrazos.

Si hay algo que me caracteriza es que soy muy cariñosa con la gente que tengo confianza. A veces me tengo que contener porque si fuese por mí me pasaría el día abrazando a todo el mundo.




Mi abuelo me dice "te quiero" y mi madre flipa porque nunca lo había escuchado decir eso. Pero es que a mí me sale solo, yo digo "te quiero" para despedirme... ¿hay mejor forma que esa para despedirse de alguien al que quieres?


Mi abuelo, al que llamo tronco y tronquito, tiene un sentido del humor complicado con la gente. Mi madre dice que conmigo cambia completamente, que está chocho de felicidad. Y es que él no pudo disfrutar de sus hijos como le habría gustado, pues se pasaba meses enteros en el mar y el tiempo pasa muy rápido.



Hace unos meses le pusieron a mi abuelo una sonda porque "pilló frío en el pito por ir desabrigado" según él. Fuimos a verlo al hospital y lo primero que me dice es que su compañero de habitación se tira pedos y que tendría que estar allí yo para verlo, que parece que va a cagar una tuna. Después me dice "mira, la mochila del cole" enseñándome una bolsita llena de pis que tiene conectada mediante un cable a la sonda, como si fuera lo más normal del mundo, y se descojona, y nos descojonamos.


Las bromitas con la sonda fueron contínuas, todavía la tiene, a veces en la comida saca él un tema, que es raro porque nunca habla en la comida si no es para leernos una noticia del periódico que no tiene nada que ver con lo que estamos hablando, de repente salta él y dice:

Avó: Ayer, cuando fuimos al médico, me cambiaron el tapón de color... ahora es verde.

Avá: ¿Qué tapón, Toñito?

Avó: O tapón, Lola. Cal vai ser? (cual va a ser?)

Yo: ¡EL DEL PITO!

Avó: Exactamente.

Yo: El verde es un color muy chulo.

Avó: Mejor que el rojo de antes.

Yo: Muchísimo mejor.



Mi abuela, por otra parte, siempre ha estado conmigo. Desde pequeña. Trabajó de modista y ahora nos hace vestiditos exclusivos a mi mamá y a mí. También en su tiempo le hacía vestiditos a mis barbies y me ayudaba a peinarlas, aunque no entendía que yo solo peinaba a mis favoritas, que las demás me daban igual porque iban a hacer de malas.
Sorprendentemente se ha adaptado a estos tiempos, con toda la naturalidad del mundo, y acepta algunos temas, como la homosexualidad, incluso mejor que mi madre.

Le encanta ver "Sé lo que hicisteis..." conmigo y tomar ideas para próximos vestidos. De hecho tengo dos o tres inspirados en la ropita de Patricia Conde, uno me lo regaló este verano por mi cumpleaños y me hizo tantísima ilusión...



Y se lo he dicho cuando se iban, que me ha encantado cenar con ellos, despertarme y desayunar con ellos, comer a las 14:00 un sábado (no estoy acostumbrada a la puntualidad), hacer palomitas y que mi abuela apunte que "parece un bombardeo cuando están en el microondas" y recibir una visita cada dos horas dándome ánimos con el estudio.



Son esas pequeñas cosas, que me hacen feliz, me han hecho muy feliz y seguirán haciendo que me sienta la nieta más feliz del mundo.

6 comentarios:

Lorena dijo...

Que entrada más bonita! No conozco a tus abuelos, pero te digo que tienen mucha suerte de tener una nieta como tú.
un besazo!

patata dijo...

Qué entrañable y conmovedora puedes llegar a ser!

Hay una frase que me ha matado:
"También en su tiempo le hacía vestiditos a mis barbies y me ayudaba a peinarlas, aunque no entendía que yo solo peinaba a mis favoritas, que las demás me daban igual porque iban a hacer de malas"
las malas jajajajaja

Qué bueno lo de los vestidos de tu abuela, jarl!!

Cris dijo...

genial post, me ha encatantado que tu abuela le llame Toñito a tu abuelo... jajaj así es como le llama mi madre a mi papi ;) serán cousas de Lugo :P

Aída dijo...

Jo, qué bonito tía. Normal que ellos también sean los abuelos más felices del mundo contigo ;)

LuOdr dijo...

qué ternura de post ^^

una muchacha dijo...

Te iba leyendo y me entraba una mezcla de ternura y felicidad por ti y por ellos, y también de envidia y celos por mi, porque nunca tuve abuelos tan guays... de hecho no he tenido abuelos casi.

Disfrutalos ^^ es una relación muy bonita la que tenéis :D